Monday, February 18, 2008

Otro Tipo de Mudanza

Antes de desempacar la mudanza que empezó en enero ya tuve que empacar para otra. Este post lo escribo en un aeropuerto y me dirijo a Lima, el lugar de donde salió mi primera mudanza. El vuelo 428 de Lan tuvo que ser reprogramado, está lleno, y ahora estoy rodeada de gente impaciente que ya está haciendo cola cuando el embarque todavía no empieza. Típico en peruanos, sólo nos basta ver una cola para creer que nos corresponde hacerla. La fila está sorprendentemente ordenada hoy: hay pocos viajeros de negocios, muchas familias con niños y el infaltable grupo de jubilados japoneses con el gorrito blanco. Mientras tanto, en la casa de la calle Billinghurst en Palermo quedan todavía muchas cajas sin abrir.

Siempre que vuelvo a Lima, lo hago mitad por trabajo y todo por placer. Viajar por trabajo y pasar las noches en hoteles muy cómodos pero impersonales deja de ser divertido después de hacerlo tantas veces, y la sensación de volver a una casa donde se huele comida y café y alguien te pregunta cómo estuvo tu día cobra otro significado cuando se vive lejos. Además, siempre será un placer volver a esa habitación que existe gracias a la convicción que mis padres tienen –y que yo ando buscando con cada vez más ganas-- de que algún día volveré a Lima definitivamente. Esa habitación me recibe siempre limpia, ordenada y con esperanza; esa misma habitación se convierte en un depósito cuando tomo el avión a Buenos Aires y la esperanza queda en standby.

Hoy terminó mi viaje de trabajo y comenzó el viaje por vacaciones. Todo el tiempo que tengo para vacaciones lo paso en Lima y aunque hoy Buenos Aires sea una ciudad más que familiar donde tengo una vida hecha, esta sigue siendo mi casa. Sólo en Lima puedo comer y comer sin hartarme; sólo en Lima puedo dormir una buena siesta; sólo en Lima me quedo dormida en los primeros quince minutos después de apoyar la cabeza en la almohada. Aunque haya ruido afuera, suenen insoportables los Nextels y los taxis que circulan sobre la calle José Gonzáles tengan el reggaeton a todo volumen.